SUICIDIO

SUICIDIO

Un joven cansado de llorar en silencio

y de cargar con el peso de la vida,
con un lazo atado al cuello
se dejó caer.

Otro cuya vida tomaba un camino
tormentoso, oscuro y abrumador,
dio un paso al frente y el claxon de un carro
fue lo último que escuchó.

Una bella chica,
aunque no para los demás,
cansada de burlas y maltratos
con unas cuantas pastillas dijo adiós.

La mujer que a todos escuchaba,
cansada de no ser valorada,
vio cómo la oscura sangre
de sus venas afloraba.

Él, que en cuerpo y alma
a una mujer se entregó
y en las manos de ella su vida colocó,
terminó siendo víctima de un desamor,
y para sacarla de su mente,
una bala su cabeza atravesó.

Ella, hastiada de sonreír por hipocresía,
de fingir ante los demás alegría,
con una jeringa su cuerpo
de frío oxígeno llenó.

Todos, cobardes, temerosos,
incapaces de afrontar la vida,
pero al final tan valientes
para atreverse a acabar con la misma.

En vida olvidados,
por la sociedad apartados,
pero en la muerte vieron
cómo por todos fueron llorados.
Inútiles lagrimas derramadas.
Inservibles lamentos profesados.

Tarde, nos acordamos de las personas
cuando ya es demasiado tarde.

Jose Alejandro Salazar B.
08/04/2013

Mundo al revés

MUNDO AL REVÉS

En aquella inusual mañana
con nubes azules y un cielo blanco,
el rostro golpeando mi sol
y la mejilla rosando
suavemente mis vientos.

Las flores cantaban, las aves germinaban
y los niños manejaban alegremente sus carros
mientras se dirigían al trabajo
después de haber dejado en el colegio,
a sus tiernos papás.

En la calle se ven alegres los gatos,
persiguiéndose entre sí,
ladrándoles a los transeúntes,
mientras los perros trepan
ágilmente sobre los tejados,
huyendo del agua que cae
de las estrellas que tapan
la brillante y cálida luna.

Yo, de pie, viendo pasar el tiempo,
desconcertado, sin saber que
tú como siempre
has puesto mi mundo al revés.

Jose Alejandro Salazar B.

Contrabando

CONTRABANDO

Ando buscando la forma de meter de contrabando un cargamento de amor en tu corazón.

También estoy dispuesto a arriesgarme y enviar un pedido de sueños y promesas hasta tu alma.

Y ya que ando tan temerario, planeo llevar unos cuantos besos hasta el puerto de tus labios.

Y en la noche, si te descuidas, pienso cubrir tu fértil piel con el manto de mis manos, para así clandestinamente estar nuevamente junto a ti.

Y al amanecer, para finalizar, planeo tomar prestado un poco de luz y esperanza de tus ojos con los que llenar mi corazón.

El mayor placer

EL MAYOR PLACER

Hoy cuando lo único que importa es vivir del placer y nos hemos olvidado de todo para estar en función de obtenerlo, puedo decir que para mí, no hay mayor placer que el estar enamorado. Estar enamorado es vivir en dos mundos a la vez, uno: el “normal”, el cotidiano, el rutinario, el otro: el mágico. Cuando estás enamorado toda tu mente, todos tus pensamientos, acciones, y emociones conducen a la otra persona, puedes estar haciendo o pensando cualquier cosa, pero siempre, en tu mente, está la otra persona. Puedes estar leyendo, jugando o viendo televisión y a la vez estar pensando en sus ojos, sus labios y sus manos.

No sólo eso, no sólo la piensas sino que la traes a compartir lo que haces, si ves una película quieres verla con ella, o mejor aún, protagonizarla con ella, si te tomas una gaseosa en una cafetería cualquiera, desearías tenerla al frente tomando un jugo de mandarina y de la misma forma con cualquier actividad. Cuando estás enamorado, eres capaz de trascender tiempo y espacio para estar junto al ser amado.

Estar enamorado es el mayor placer que puede (repito, en mi opinión) disfrutar el hombre (y la mujer, lógicamente) más aún cuando vemos todo el bienestar que da al enamorado, a diferencia de otros placeres (alcohol, sexo, drogas, etc.) que lo que hacen es deteriorar rápidamente su ser.

Es a fin de cuentas un regalo de Dios, una forma de vivir la felicidad que es lo que Él quiere para nosotros, aceptarlo o no es nuestra decisión, quien lo acepta disfruta y es feliz, quien no lo acepta corre el riesgo de disfrutar a medias pero ser infeliz completamente.

Estar enamorado es, por lo tanto placer, gozo y bendición. Por eso: ¡QUÉ FELICIDAD ES ESTAR ENAMORADO!

Jose Alejandro Salazar Beltrán

24 de Agosto de 2012

Un sueño que nunca fue

UN SUEÑO QUE NUNCA FUE

El corazón de Gabriel latía a mil por hora, sentía que en cualquier momento éste saldría de su pecho en busca de aquella a quien esperaba con tanta impaciencia y ansia;  tan solo diez minutos antes se habían separado y él ya deseaba volver a verla. Hubiese preferido que no se fuera, pero ella insistió en querer quitarse el vestido blanco que había usado durante la ceremonia.

-¡Me casé! –Se dijo a sí mismo –Me casé y lo hice con la mujer más maravillosa del mundo.

Su corazón se aceleró aún más, el pensar en el vestido blanco de Sofi lo transportó unas horas atrás en el tiempo.

-Gabriel Belar ¿aceptas a Sofía Márquez como esposa y prometes serle fiel, amarla y respetarla?

-¡Acepto!

Había sido un momento lleno de emoción y felicidad para él, nunca se imaginó que todos sus sueños se harían realidad con sólo pronunciar esas seis letras y se sentía el hombre más feliz por haberlo hecho.

Sus pensamientos  y todo a su alrededor se detuvo en un instante, en el escalón más alto de las escaleras estaba ella, con un vestido dorado de tirantas, que le llegaba debajo de las rodillas, unas sandalias, doradas también, que dejaban ver sus delicados y pequeños pies, tenía puesto el collar de perlas que él le había regalado el día de su compromiso, su rostro sin maquillaje pues nunca lo había necesitado, gozaba de una belleza natural que toda mujer envidiaría, con unos ojos pequeños pero dueños de un rasgo particular e inigualable, unos labios delgados y rosados, un cuerpo perfecto, era la mujer más hermosa que alguna vez pudo existir.

-Mi esposa, mi preciosa –dijo Gabriel mientras se acercaba a ella y le tendía sus manos para tomar las de ella, tan perfectas, tan suaves, pequeñas, delicadas y con un tacto de ángel.

-Estás preciosa.

-Gracias amor – contestó Sofía mientras sonreía.

Tomados de la mano se dirigieron al centro del salón para su primer baile como esposos. Tan absorto estaba Gabriel con la belleza de Sofi que no se fijó en que todas las personas que los acompañaban los veían fijamente, felices de ver una pareja tan bonita mientras empezaban a bailar al ritmo de la música.

Gabriel nunca se había sentido a gusto bailando, pero esta vez era diferente, no bailaba, flotaba sobre la pista, movido por el amor más grande que alguien jamás ha sentido; la miraba a los ojos y sabía que no necesitaba nada más para ser feliz, era muy afortunado de estar junto a Sofi y lo sabía.

-Te amo.

- Yo a ti Gabriel.

La música seguía sonando, ellos se movían abrazados, nadie había visto nunca dos personas tan felices, estaban ahí, pero a la vez estaban lejos de ahí, en otro mundo, en su mundo perfecto, un mundo de ensueño.

-¡BIP, BIP, BIP!

El sonido de la alarma despertó a Gabriel, sacándolo de ese maravilloso sueño del cual no quería salir, cerró sus ojos pidiendo con todas sus fuerzas al cielo que fuera sumergido en un sueño profundo, en un sueño en el que Sofía siguiera junto a él, un sueño del que no despertara, pero no fue así, tenía que aceptar la triste realidad, Sofía no estaba, ese cielo al que clamaba con todas sus fuerzas se la había llevado y no la iba a regresar.

Jose Alejandro Salazar Beltrán

28 Julio de 2012

Soy Feliz

SOY FELIZ

Cierro mis ojos y te veo,

cierro mis ojos y estás ante mí,

cierro mis ojos y te siento,

cierro mis ojos y soy feliz.

Ante mí como un sueño emerges,

me tomas del brazo,

me llevas hasta ti,

siento tus latidos y soy feliz.

Tú aroma respiro,

tu calor llega a mí,

tomo tu mano,

sonríes y soy feliz.

te hablo, me hablas,

tu voz danza en el viento,

y la guía hasta mí,

te escucho y soy feliz.

Abrazo tu cuerpo,

beso tus labios,

abro mis ojos

ya no estás ahí,

cierro mis ojos y vuelvo a ser feliz.

Jose Alejandro Salazar Beltrán

12/04/2012

Una belleza dormida

Una Belleza dormida

Sale el sol por el horizonte,

pero junto a mí, en mi cama,

emerge una luz más brillante

que el sol en las montañas.

La luz de la mujer que mi corazón ama.

Te miro, tu cuerpo yace dormido,

veo tu rostro tranquilo que sobre la almohada descansa,

tu respiración pausada como la brisa de la mañana,

y tu corazón latiendo al ritmo de una sonata.

Extasiado por tu belleza veo como lentamente,

dos hermosas perlas resurgen de tus ojos,

y como imanes se apoderan de toda mi atención.

Dos pupilas negras, ventanas del universo,

me transportan a mundos de ensueño,

lugares mágicos que todos anhelamos.

Tus labios rosados me sonríen,

luego un "buenos días" y un tierno beso

empieza el nuevo día.

Yo espero que la noche llegue,

para junto a ti volver a dormir,

y antes del amanecer despertar

para tu belleza dormida contemplar.

Jose Alejandro Salazar Beltrán

18/06/2012